Varios conductores de la nueva camada están enfrentados al gremio, que sigue manteniendo mucho poder. También hay conflicto por los sueldos. 

Las internas en la TV Pública están al rojo vivo. Las nuevas autoridades por ahora no logran contener la puja entre la nueva guardia, representada por las figuras que llegaron este año, y los viejos productores.

El primer conflicto es por la agenda de los noticieros. Por ahora, los productores manejan los contenidos, sin demasiada participación de los conductores.

A modo de ejemplo, en el segmento de la noche hubo una fuerte puja por el contenido de unas declaraciones de Cristina Kirchner. El conductor quiso bajar el tema y la producción impuso sacarlo al aire.

También hay internas por los sueldos. Los nuevos conductores ingresaron al canal con sueldos recortados, tal como anunció la nueva gestión, y tienen que convivir con productores que ganan más de 100 mil pesos. 

En medio de esto, la gremial esta reclamando un reajuste salarial del 40 %. No hubo arreglo y hay amenaza de paro.

Del otro lado, los conductores deberán esperar a diciembre para volver a negociar las cifras de sus contratos. Más de uno ya se está replanteando el cambio.

El gremio sigue siendo fuerte. Si el poder se mide por el tamaño de las oficinas, las nuevas autoridades por ahora pierden la batalla y deben conformarse con un espacio digno. A modo de comparación dicen que un viejo gremialista dobla en comodidades al gerente de noticias.

Por el estudio del informativo sigue dando vueltas un grupo de gremialistas que ostentan sus derechos históricos. Uno de ellos hasta duerme dentro del lugar.

Carnota no sigue