Por derecha o con algo de peronismo, esa parece ser la disyuntiva de Juntos

En la oposición se discute cómo ampliar las alianzas para asegurar la victoria en octubre. La resistencia radical a Milei y lo que miran a Schiaretti.

A las victorias hay que asegurarlas en tiempos de volatilidad y escepticismo del votante. Este parece ser el norte de las últimas discusiones en la interna de Juntos por el Cambio.

Las observaciones descansan sobre el territorio bonaerense, un distrito que por un voto se gana y en donde el peronismo sigue manteniendo un piso de apoyo interesante.

El diputado y economista Martín Tetaz y el intendente de San Isidro Gustavo Posse manifestaron la necesidad de acordar con Javier Milei una interna para definir quién está mejor posicionado para ganarle a Kicillof. En el radicalismo de base e histórico, la sola mención del libertario despierta urticaria.

Roberto Costa, ex presidente de bloque de Juntos en la legislatura bonaerense , lo dice en estos términos de realismo político : “el espacio opositor debe ser los más amplio posible para evitar que siga gobernando el kirchnerismo, Liu eso significa sumar en una interna a Milei, hay que evaluarlo”.

Macri ha sido hasta aquí, para muchos radicales, un socio incomodo al que se han tenido que adaptar con gran flexibilidad filosófica, priorizando la competitividad frente al “enemigo” kirchnerista.

Esa prueba está bastante naturalizada aunque hayan quedado mortificaciones por la falta de apertura que tuvo  el ex presidente cuando le tocó gobernar. En cambio, Milei es como un cuerpo extraño con su prédica anti casta.

De la debacle oficialista se habla demasiado. El miedo que surge en sectores de la mesa de conducción de Juntos es que se le ceda al gobierno un tiempo valioso de recuperación económica que permita revertir la derrota pre anunciada.

Por otra parte, ¿Quiénes son los candidatos reales de la oposición dispuestos a salir a la cancha. Larreta quiere pero no sabe si llegara con el halo de indiscutible. Macri definirá a fines de marzo qué hace. Patricia espera señales de Mauricio. En tanto, el radicalismo negocia futuros espacios de poder, salvo Facundo Manes que sigue siendo optimista en representar lo nuevo.

Gerardo Morales y Lilita Carrió son una verdadera barrera para la convocatoria a una interna en la provincia a Milei. Para la lectora de Hannah Arendt, el libertario representa un pichón de Hitler.

En Provincia, varios referentes opositores se prueban la ropa de candidatos. Picaron en punta Diego Santilli y Cristian Ritondo, por el PRO. Maxi Abad y Posse desde el radicalismo. Y no se descarta algún outider, al margen del ya lanzado José Luis Espert. Con solo pensar un escenario de llegar a obtener al presidencia nacional y entregar la provincia por pocos votos, corre escozor de gobernabilidad.

Cristina, que manifestó estar proscripta, se cree que de mínima irá por una senaduría nacional, representando a la provincia, por lo cual el piso de 28% de intención de voto para el peronismo preocupa.

El neurocirujano Manes ha construido una relación con el gobernador Juan C. Schiaretti a partir del operador Guillermo Seita. El cordobés relanzó el espacio del peronismo moderado junto al salteño Juan Manuel Urtubey. “Es por ahí”, dicen algunos.

Mientras sigue abierto el laboratorio electoral, la relación está tensa en varias provincias como Mendoza. Los referentes radicales ven al diputado nacional Omar De Marchi (macrista) un elemento discordante, que arrancando de atrás quiere imponer condiciones en el armado. Tan solo una muestra de torpezas y ansiedades de una cena fría a la que le faltan varios capítulos para asegurar la victoria.